Qué me ha aportado el libro ‘Al otro lado del miedo’ de Neus Rovira

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Aprecio los relatos en primera persona, en los que los autores se desnudan, se exponen, en un acto de transparencia y valentía poco usual en un mundo tallado por las apariencias, por la falta de coherencia con lo que se promulga, por el postureo y el maquillaje al que invitan las redes sociales y donde se ofrece una imagen edulcorada de la vida y de todo lo que son los procesos de desarrollo y crecimiento personal, en los que a menudo debemos transitar sombras, fantasmas y emociones profundamente arraigadas y dolorosas. No existen fórmulas mágicas, el camino es largo y a veces arduo, adentrarse en aquellas dimensiones de nosotros mismos que más nos incomodan no es tarea fácil y Neus Rovira nos lo explica con sencillez y cercanía y desde la honestidad y la legitimidad de haber transitado ese camino.

Este es uno de estos libros que te hacen reflexionar, sentir y sentirte, verte y descubrirte a través de Neus y sus experiencias de aprendizaje. Un relato breve, íntimo, honesto e inspirador, en el que Neus habla sin tapujos de todas sus crisis personales y los procesos que ha tenido que vivir para poder adquirir mayor conciencia, conectar con su propia autenticidad y salir de esa rueda de hámster en la que a menudo nos sentimos atrapados.

Como siempre, he disfrutado mucho de todo el proceso de edición y de la química y la buena sintonía que hubo con Neus desde el primer día. Me siento agradecido por la confianza depositada en mí para sacar adelante este proyecto y es por ello que me gustaría acercaros algunas de las sensaciones que he tenido a lo largo de su lectura.


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Neus, nos recuerda en ‘Al otro lado del miedo’ lo siguiente:

1. La resistencia al cambio

Queremos ser aceptados por nuestro entorno, necesitamos saciar nuestra necesidad de pertenencia y en consecuencia sentirnos señalados, apartados, cuestionados o estigmatizados por nuestro círculo más cercano nos aterra. El miedo y la culpabilidad por defraudar las expectativas de los demás es uno de los principales obstáculos del propio cambio. Intentamos encajar en el molde de aquello que se espera de nosotros, sin embargo, en ese intento de encajar podemos devenir algo sumisos y acabar defraudándonos a nosotros mismos, nos olvidamos de nuestras necesidades verdaderas y acabamos disfrazándonos y viviendo una existencia que poco tiene que ver con lo que realmente sentimos que deseamos para nuestra vida. La falta de dirección y de sentido, la desconexión total con nuestra verdadera esencia nos va sumiendo poco a poco en una inercia de piloto automático que nos va consumiendo y hundiendo lentamente. Acabamos habitando en esa zona de cómoda incomodidad donde a pesar de experimentar sensaciones desagradables nos sentimos relativamente cómodos porque es lo que conocemos.

Neus nos recuerda que en ese viaje de transformación es preciso abordar un proceso de profundo autoconocimiento, adentrarnos en nuestras sombras y nuestros fantasmas, ir al corazón de nuestros temores para reconocer que muchos de nuestros miedos son inoculados por nuestro entorno y que por tanto, muchas de las cosas que nos decimos a nosotros mismos acerca de lo que somos y de cómo somos tienen mucho que ver con creencias, con ideas que nos son transmitidas por ese entorno cercano y que nos llevan a repetirnos una y otra vez  una historia que nos creemos porque nos define, nos dota de una identidad, pero que no es lo que somos en realidad.



2. Cualquier proceso de transformación es una carrera de fondo.

Deseamos el cambio, pero ¿estamos dispuestos a realizar esa travesía por el desierto incómoda y a veces desesperante que requiere un proceso de transformación personal que nos aporte mayor equilibrio y bienestar? Sí, deseamos el cambio, pero sin movernos del sofá, como si las inercias y las creencias que nos han llevado durante años hasta la encrucijada en la que nos encontramos pudieran mutar con tan solo un chasqueo de nuestros dedos. Cambiar esas inercias requerirá de nuestra atención y de nuestra dedicación. Puede que el proceso que debamos atravesar sea largo y doloroso y ello, por tanto, requiere valentía, la valentía de conectar con nuestra vulnerabilidad y a pesar de ello continuar caminando, incluso cuando nuestro entramado de falsas verdades vaya derrumbándose.

Un proceso de desarrollo personal y espiritual implica necesariamente adentrarnos en esas zonas de nosotros mismos que más nos incomodan, que más nos aterran, significa cuestionar aquellas bases sobre las que hemos construido nuestra identidad y nuestra vida, supone en ocasiones quedar suspendidos en el vacío, significa perder por algún tiempo nuestras referencias para construirnos de nuevo con mayor autenticidad. Y eso es aterrador, perder las referencias, cuestionar la propia identidad, conectar con emociones dolorosas que están enquistadas a un nivel muy profundo, darse cuenta de que el propio yo es una simple construcción mental y que somos muchísimo más que una idea flotando en nuestra mente.

Sin embargo, si somos capaces de transitar a corto plazo esa incomodidad, ese miedo, esa incertidumbre, esa oscuridad, a medio y largo plazo obtendremos unos frutos muy valiosos, se ampliará inevitablemente nuestra conciencia y, por ende, se ampliará la imagen de lo que somos, de lo que es el mundo y podremos arrojar luz sobre circunstancias que antes aparecían envueltas en sombras.

Gracias Neus por recordarnos que los cambios no se dan por arte de magia, que no hay fórmulas milagrosas, que para que la semilla de la transformación crezca en nosotros es preciso desear el cambio, pero éste debe ir acompañado de un compromiso férreo que se concrete a través de la acción. Sin una acción continuada y sin perseverancia esa semilla no da frutos. Gracias de nuevo Neus por no vendernos la moto.



3. La resistencia del entorno

Cuando nos aventuramos a realizar ese cambio del que hablamos, esa transformación profunda que inevitablemente nos lleva a modificar las coordenadas de nuestro propio mapa vital, podemos encontrarnos con la resistencia del entorno, ya sea la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, nuestra pareja. Cuando modificamos nuestras creencias, nuestras actitudes, nuestra manera de proyectarnos en el exterior puede surgir el conflicto con los demás precisamente porque nos estamos saliendo del guion establecido, nos estamos saliendo del redil y, por tanto, del entramado de expectativas que los demás tienen respecto a cómo deberíamos ser y cómo deberíamos comportarnos. Cuando movemos ficha estamos indirectamente invitando a los demás también a realizar un cambio, a salir de su zona de confort, a cuestionarse su propia realidad y ello puede resultar incómodo para ellos y despertar un sinfín de fantasmas y miedos que intentarán transmitirnos.

Es ese un momento crítico, porque la resistencia de nuestro entorno a nuestro propio cambio puede hacernos desistir por miedo al conflicto, a ser criticados, rechazados, señalados, apartados.

Es importante mantenerse firme, mostrando cariño y respeto por los demás, pero también respetándonos a nosotros mismos y las propias necesidades de cambio que implica nuestro proceso de evolución y crecimiento.

Neus nos recuerda que no siempre encontrar el equilibrio entre lo que uno desea y necesita para su vida y las expectativas de los demás será fácil, ni mucho menos, hay que tener paciencia y de nuevo renovar el compromiso con uno mismo para seguir adelante incluso cuando debamos enfrentarnos a la incomprensión de los demás.



4. Conectar con nuestra esencia

Los juicios, opiniones, valoraciones de los demás acerca de nuestra persona, lo que nosotros nos contamos a nosotros mismos acerca de lo que somos, de cómo somos, etc., son construcciones mentales, son un entramado de creencias a las que les otorgamos veracidad absoluta y, por tanto, acaban configurando nuestra realidad.

Sin embargo, esas construcciones mentales, esa multiplicidad de máscaras y de personajes que creamos y que nos creemos para dotarnos de una historia, de una identidad que nos aporte seguridad, que nos permita funcionar en la sociedad y más o menos encajar en un sistema, no es lo que somos en esencia.

Cuando inicias un proceso profundo de autoconocimiento una de las principales consecuencias es el darse cuenta. Darse cuenta sobre todo que la imagen y la historia que hemos construido para explicarnos a nosotros mismos es tan solo eso, una imagen, una historia, un relato que podemos no solamente observar desde la distancia sino que lo podemos cambiar modificando nuestras creencias, el lugar desde donde nos miramos. Cuando paras, te dejas sentir, te observas, sin juzgar, sin explicar, sin interpretar, simplemente escuchándote, comienza a aflorar un sentir y una comprensión mucho más profundos, una autenticidad que está más allá de las palabras, de los conceptos, de los símbolos, de las ideas.

Neus nos recuerda que cuando nos vamos adentrando en nuestras profundidades poco a poco y como parte de un proceso van derrumbándose los muros que nos limitan, las paredes que encierran y secuestran nuestra autoimagen y la idea que tenemos del mundo, sin duda un primer paso que nos permitirá ensanchar nuestra mirada, expandirnos, asentar nuestro autocrecimiento sobre una base más sólida y auténtica.



5. El miedo y más allá

El miedo ha sido y continúa siendo una emoción muy denostada y existe un desconocimiento muy grande de la aportación de esta emoción a la supervivencia humana. El miedo busca crear un marco de seguridad a nuestro alrededor, busca advertirnos de los peligros que nos acechan y nos prepara para dar una respuesta que nos aporte mayor seguridad y equilibrio.

El problema se da cuando esta emoción no responde a un estímulo de peligro real, o cuando se da de una manera sobredimensionada, o cuando no somos capaces de dar una respuesta equilibrada a esta emoción y ésta queda enquistada en el tiempo condicionando y limitando nuestra operatividad en la vida.

Miedos tan diversos como el ‘Miedo a lo que pensarán los demás’, el ‘Miedo a no estar a la altura de las expectativas ajenas’, el ‘Miedo al rechazo’, el ‘Miedo al fracaso’…son solamente unos pocos ejemplos de emociones que van surgiendo a lo largo de este difícil aunque apasionante camino que es el de descubrirnos. Y muchos de estos miedos, muchas de las creencias que los sustentan, no son nuestras sino que nos han sido transmitidas a través de nuestro entorno más cercano, nuestros educadores y la sociedad y el contexto en el que hemos tenido que ir abriéndonos camino.

Neus nos recuerda que las emociones no son enemigas, que transitándolas, dándoles un espacio, pueden devenir una brújula certera que nos indica hacia donde tenemos que dirigirnos para avanzar, para crecer, para superarnos y acceder a una versión de nosotros mismos mucho más íntegra, congruente y auténtica. ¿Fácil? Por supuesto que no, pero como hemos dicho, con coraje, compromiso y perseverancia podemos conseguirlo.


6. Confiar en la vida

Libre albedrío Vs Destino podría ser una de las dicotomías que plantea Neus en su libro. ¿Nuestra historia ya está escrita? ¿Existe un destino para cada uno de nosotros? ¿Es todo fruto del azar? ¿Podemos realmente hacer algo para cambiar nuestra historia? ¿Existen las casualidades?

No quiero desvelaros este precioso misterio, ni la posición de Neus al respecto, cada cual lo siente de una manera distinta y lo más recomendable es leer el libro y sacar cada uno sus propias conclusiones, pero debo decir que a lo largo de los capítulos he reflexionado sobre este tema y he puesto a prueba mi propio escepticismo. Creemos que tomamos muchas decisiones, que constantemente estamos agarrando el timón y dirigiendo nuestras vidas, y es cierto que podemos influir de una manera notable en nuestra existencia, sí. Pero no es menos cierto que elegimos menos de lo que pensamos, que muchas veces es la propia vida la que nos va llevando y nos va presentando diferentes escenarios que conscientemente no elegimos, y que dentro de este marco, de las diferentes opciones que se nos presentan, sí podemos tomar acción y decantarnos por un camino u otro. Si esos caminos ya están configurados en un plan cósmico no lo sabemos, deseo pensar, quizás por ese deseo egótico de tener el control de la nave, que alguna capacidad de decisión tenemos, me gusta pensar que aunque sea con algunos límites evidentes soy libre de elegir qué camino deseo o cómo quiero transitarlo.

En cualquier caso, tengamos una posición más escéptica o más amable respecto a la existencia de un destino, sí que es cierto que la vida nos está constantemente invitando, instando, interpelando a través de muchos de los escenarios que nos va planteando. Algunos pensarán que es pura casualidad, otros que son múltiples señales que nos indican el camino a seguir, que nos llaman a superarnos y a ascender en nuestro proceso de desarrollo personal y espiritual y que por tanto tienen una base causal.

Sea como sea, Neus nos recuerda que la vida no nos pertenece, sino que ‘nosotros pertenecemos a la vida’, y que confiar en ella, escuchar lo que con sutileza nos desea contar es primordial para no vivir en constante fricción con la misma. Aceptar con actitud abierta lo que ésta nos proponga nos liberará de esa severa autoexigencia a la que nos sometemos y nos permitirá vivir de una manera más fluida, más pacífica, más flexible y más plena.

7. Multidimensionalidad, somos más que nuestra mente

Vivimos en la mente, secuestrados por ese vaivén de estados mentales, pensamientos, conceptos, ideas, símbolos, juicios, interpretaciones, identificándonos plenamente con todo ello, creyendo que nuestra vida, nuestra vida de verdad, ocurre en ella y está en ese vaivén. Olvidamos a menudo que somos mucho más que nuestra mente, que estamos conformados por una multiplicidad de dimensiones interconectadas e interdependientes que en realidad son una totalidad, una unidad. Mente, Cuerpo, Emociones y Espíritu vendrían a ser las cuatro patas de una mesa, la mesa de lo holístico. Si una pata está en desequilibrio, en desarmonía el resto de dimensiones se resienten, y es ahí donde comienzan los problemas del tipo que sean, existenciales, físicos, emocionales.

Neus nos recuerda que somos pura energía vibrando profundamente conectada a lo que nos rodea, incluso a aquello que no somos capaces de ver, que somos multidimensionales y que una buena armonía entre todos esos espectros de nosotros mismos nos ayuda a gozar de una vida más rica, más plena y más auténtica.



Presentación en Fnac Triangle de Barcelona

En definitiva, un libro que os recomiendo y que presentamos conjuntamente Neus y yo el próximo Jueves 8 de Junio a las 19:00 en Fnac Triangle de Barcelona, donde conversaremos sobre todos estos interesantes temas que aparecen en su libro y que desgranaremos en directo.

CARTELES PRESENTACIÓN (8)


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